miércoles, 17 de abril de 2013

Negro.

Sólo hay negro, negro y silencio. Arriba, sobre mi cabeza, bajo mis pies, a la izquierda, a la derecha, me giro yo todo es negro…y silencio. Levanto los ojos y miro a la tenue luz que se filtra por la ventana, y sólo sirve para alumbrar la negrura de mi alma. Negro, todo negro. Es curioso como en la noche se termina amando la tormenta, pues sus rayos y truenos son la única luz y la única música…negro, todo negro…y silencio.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Soledad.


Soy joven, y me siento viejo, como si llevase toda una vida esperando algo que no se digna a llegar. Espero, aguardo, contemplando la negrura del cielo mientras el frío me cala los huesos. Me pregunto no sé ni el qué y no hallo respuestas, o las hallo todas. No lo sé. No importa.
Tengo la sensación de que estoy solo, de que siempre lo he estado y de que siempre lo estaré. Es una sensación familiar, la soledad como única compañía en mi vida. Recuerdo que al principio le tenía miedo, luego me acostumbré a ella y me fue indiferente e, incluso, llegué a enamorarme de ella. Uno se enamora de lo único que conoce en esta vida.
Y entonces llegas tú, tan diferente a mi, tan vivo…y te pido a las dos de la mañana, asomado a la ventana y mirando al infinito, que me salves, que me rescates de la soledad de la que me he enamorado.