miércoles, 17 de abril de 2013

Negro.

Sólo hay negro, negro y silencio. Arriba, sobre mi cabeza, bajo mis pies, a la izquierda, a la derecha, me giro yo todo es negro…y silencio. Levanto los ojos y miro a la tenue luz que se filtra por la ventana, y sólo sirve para alumbrar la negrura de mi alma. Negro, todo negro. Es curioso como en la noche se termina amando la tormenta, pues sus rayos y truenos son la única luz y la única música…negro, todo negro…y silencio.

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